Operación vecino

No sé si alguna vez he hablado del vecino de abajo, si lo he hecho ya conocéis lo "bien" que me cae y si no, es hora de que lo cuente...

El vecino del entresuelo es un terrorista.

Hace unos años en el piso de abajo se instalaron dos ancianos (los abuelos del terrorista) que duraron dos telediarios. Cuando el piso se quedó vacío el nieto decidió que era un buen momento para independizarse y venirse a vivir al bloque... Tenía que haber previsto la que me iba a caer al principio de todo, cuando hizo las reformas cantando a grito pelao la última canción de David Bisbal; y sí, digo bien, la última, sólo una, siempre la misma...

En plena época de exámenes le parecía estupendo poner la tele a todo trapo en su habitación (Justo debajo de la mía) y no dejarme dormir hasta las 2 ó 3 de la madrugada. Los sábados y domingos por la mañana (prontito prontiiito) me deleitaba con Shania Twain y su "Maaaan I feel like a woman!" y los días de lluvia decidía dejar el toldo, que había instalado sin permiso de la comunidad en el patio de luces, abierto toda la noche para mejorar mi sueño con el sonido desquiciante relajante de las gotas cayendo sobre el aluminio justo debajo de mi ventana. Si en el fondo todo lo hacía por mi bien...

Tantos meses de sufrimiento acústico me habían hecho desarrollar una especie de súperpoder para poder pegar ojo pero todo se fue al traste en verano de 2009; el calvo se echó novia... Una petarda de cuidado que unió fuerzas contra mi causa.
Me despertaba por las noches envuelta en gemidos y crujir de muelles en dolby surround. Las primeras noches tuve paciencia, demasiada paciencia, pero aquello nunca acababa; me despertaba a las 2 y a las 6 aún seguían dándole (Juro que todavía no sé cómo!) hasta que un día decidí contraatacar y dar golpes y chillarle como una loca mientras estaban en plena faena... Bajón asegurado! Jojojojo

Llevaba un tiempo muy tranquila; ellos se "querían" a horas más decentes (o cambiaron el colchón!) y yo podía dormir. Todos en paz.

Hasta que hace unas cuantas noches me despertaron unas risas a la 1 de la madrugada... Risas que no acabaron hasta las 3!!! Y vuelta a empezar... La noche siguiente otra vez, y otra y otra... La petarda con voz de pito y el follador me están tocando las narices de nuevo!!!
Mi estrategia de golpear el suelo ya no puedo usarla (como le estropee el parquet a mi madre seguro que no duermo de por vida!) así que en mis largas vigilias he tenido muchas horas para pensar en la venganza. Cada mañana, cuando me voy a prácticas a horas intempestivas, un timbre despierta a mis adorables vecinos del entresuelo...

Si yo no duermo vosotros tampoco cacho perros!!!!

Y vosotros? Algún vecino encantador como el mío??